El
15 de septiembre del mismo año, pudimos ofrecer al Señor, una modesta celda para
llevar vida regular en el Eremitorio, de acuerdo a los Votos monásticos de
Obediencia, Estabilidad y Conversión de Vida; en un marco de soledad y
silencio, propios de la espiritualidad solitaria del Desierto, según la
tradición legada por los Padres del Desierto, y sabiamente adaptada por nuestro
Padre San Benito, y otros santos monjes, a las almas de Occidente.
En 2013 iniciamos la construcción de la Iglesia, anexa a una nueva celda, donde el hermano vive actualmente; dejando la celda que en un principio había habitado, para utilizarla como hospedería, debido a la demanda de Sacerdotes y religiosos que solicitan pasar algún día de retiro en silencio en medio de la naturaleza y el silencio profundo.
El eremitorio canónicamente es diocesano pero se vive el régimen de la tradición benedictina - cisterciense; debido a que el hermano que lo habita procede de un monasterio trapense en donde recibió su formación monástica. En el eremitorio vive un solo monje y no se reciben vocaciones.
En 2013 iniciamos la construcción de la Iglesia, anexa a una nueva celda, donde el hermano vive actualmente; dejando la celda que en un principio había habitado, para utilizarla como hospedería, debido a la demanda de Sacerdotes y religiosos que solicitan pasar algún día de retiro en silencio en medio de la naturaleza y el silencio profundo.
El eremitorio canónicamente es diocesano pero se vive el régimen de la tradición benedictina - cisterciense; debido a que el hermano que lo habita procede de un monasterio trapense en donde recibió su formación monástica. En el eremitorio vive un solo monje y no se reciben vocaciones.
Actualmente seguimos el proceso de construcción, de las dos partes, así como con el acceso hacia el eremitorio.